[CAS]
fuente: www.resistenzealnanomondo.org
El movimiento transhumanista surgió en los Estados Unidos, en Silicon Valley, a fines de la década de 1980, entre los fundadores de la asociación mundial transhumanista, hoy conocida como Humanity + y entre los fundadores, financieros, líderes transhumanistas de numerosas fundaciones, institutos, comienzan -up, proyectos de investigación y compañías de importancia internacional tienen a Natscha y Max More, Nick Bostrom, David Pearce, Peter Diamantis, David Orban, Ray Kurzweill, que tomó el término Singularidad de la física, para nombrar los nombres más conocidos.
No es fácil dar una breve descripción de los orígenes de esta ideología, estos nos conducen a la lejana 1883 cuando por primera vez aparece el término eugenésico de Galton, al discurso de Huxley sobre su creencia transhumanista en la trascendencia de lo humano, al paradigma cibernético, que se originó durante la guerra militar, que reduce el tema a una suma de información, a un programa que puede ser descifrado y luego modificado como una máquina, para llegar al desarrollo de la biología molecular, bio y nanotecnologías, la redefinición de lo humano en términos antropológicos
El transhumanismo tiene como objetivo empoderar al ser humano a través de la tecnología y liberarlo de las limitaciones de la biología hasta una hibridación con máquinas, para llegar a una transformación nano-biotecnológica del ser humano: el cyorg, el post-humano. Considerando al humano por lo tanto como infinitamente modificable, manejable y por su propia ontología de hibridación que se construye a sí misma con la tecnología, destruyendo así los límites entre la naturaleza y la técnica, entre la vida y la máquina.
Lo importante a subrayar es que el transhumanismo no es una tendencia de algunos investigadores marginales excéntricos, de filósofos que confunden la realidad con sus sueños, no es un mero delirio de Promethean, recordar la diferencia de altura de Promethean de Gunther Anders, ya que no lo es. un efecto secundario, pero es el lugar de aterrizaje del desarrollo tecnológico, es la ideología de la convergencia entre biotecnologías, nanotecnologías, informática, neurociencias.
La ideología transhumanista se materializa en centros de investigación, en gigantes como Google, IBM, Microsoft, en multinacionales agroalimentarias, farmacéuticas y biotecnológicas.
La Singularity University no es solo una universidad, es una de las principales expresiones del transhumanismo, los líderes e investigadores mundiales más importantes salen de ella, algunos de ellos se reúnen en el MIT (Massachusetts Institute of Technology), una de las universidades de investigación más importantes del mundo. ; en DARPA, una agencia gubernamental del Departamento de Defensa de los Estados Unidos para el desarrollo de nuevas tecnologías para uso militar; en Google en Microsoft, solo por nombrar algunos … Entre los principales financistas de Singularity University hay empresas como Google conocidas por TI pero menos por sus inversiones también en investigación genética.
En Italia hay dos oficinas de la Universidad de Singolartà: una en Milán y la otra en Roma. Esta universidad asesora a sectores como defensa, seguridad y biomedicina, para todos los sectores líderes en términos de desarrollo e investigación. El transhumanismo influye tan profundamente en los distintos gobiernos en el desarrollo de las ciencias convergentes, no es un caso, por ejemplo, que un socio de alguna Cumbre sea Vodafone, en primera fila con su propaganda para la red 5G que permitirá el paso definitivo a internet de cosas y al llamado «planeta inteligente» de IBM. La Cumbre representa esta convergencia de sectores y la investigación de alto nivel y es el escaparate de su propaganda.
Las cumbres se organizan en varias partes del mundo, los días 8 y 9 de octubre y en Milán y los días 11 y 12 de noviembre en Atenas. El lema de la próxima en Milán es: «Diseñar el futuro. Construye el futuro. Sé el futuro ”. Un futuro que ya se está convirtiendo en el presente.
Su propaganda se basa en la retórica de poder hacer frente a desastres climáticos, sequías, escasez de alimentos, extinción de especies, aumento de la esterilidad, de poder derrotar enfermedades con una aceleración tecnocientífica que borrará las desigualdades sociales. Todo esto al reemplazar un mundo natural, cada vez más comprometido, con un mundo artificial, computarizado y bio-nanotecnológico. En este mundo, los cuerpos, los elementos naturales, ya no constituyen una base no disponible, sino que se vuelven descomponibles, manipulables y motorizables.
Es significativo notar que de sus propios discursos se desprende que las ciencias tecnológicas y la visión transhumanista cambiarán profunda y radicalmente la forma en que las personas percibirán el mundo que les rodea y sus vidas. Su estrategia tiene como objetivo hacer que las personas estén cada vez más familiarizadas con conceptos como la terapia génica, la inteligencia artificial, la edición genética, para que sea más fácil crear una aceptación social de todos estos desarrollos.
En algunas circunstancias, como en una conferencia de Roberto Cingolani, del Instituto Italiano de Tecnología en Génova, donde presentó su robot humanoide, existe la tendencia a señalar que su investigación no tiene aplicaciones militares y a distanciarse de los transhumanistas más extremos como Kurzweill, en realidad es mera propaganda, sabemos bien que llevan a cabo la misma idea y destrucción del mundo y sabemos que de los laboratorios de salud pública pueden salir nanoarmi innovadores o sistemas de control sofisticados.
Desafortunadamente, aparte de algunas excepciones, no hay crítica al transhumanismo, esto se debe a que no se entiende, se considera como un mito, como algo abstracto o futurista.
Para evitar estos malentendidos, no nos enfocamos en lo que aún no existe, ya que cuando comenzamos a hablar de nanotecnologías hace muchos años, no hablamos sobre el riesgo de la catástrofe del «goo gris», que es la replicación incontrolada de nanorobots, así que para el transhumanismo no nos centramos en los proyectos de crioconservación del cerebro o en la transposición del cerebro a una computadora, sino en lo que ya está presente.
La lógica del transhumanismo: superar los límites, mejorar y mejorar a los seres humanos, rediseñar y artificializar a los seres vivos, no son meras especulaciones abstractas, sino que se convierten en investigación, quimeras transgénicas, drones militares, nuevos aparatos de ciudades inteligentes, procreación asistida médicamente y edición genética. …
Si pensamos en exoesqueletos para tetrapléjicos que también se pueden usar para mejorar el rendimiento de los soldados, entendemos cuán delgada es la frontera entre el cuidado y la mejora humana. Quizás nadie amputará piernas sanas para colocar prótesis que aumenten el rendimiento, excepto quizás algún investigador excéntrico, pero las ideas de implementación, mejora continua, modificación corporal, se han abierto camino en la imaginación y los deseos de personas. Antes de reemplazar partes de nuestro cuerpo, el teléfono móvil ya es una prótesis inseparable, desde el bolsillo de la muñeca con los auriculares inalámbricos conectados de forma permanente, es decir, el cambio al chip debajo de la piel no está tan lejos.
La salud «perfecta», el niño «perfecto», una adaptación continua a un mundo técnico, desde el diagnóstico previo a la implantación hasta la medicina regenerativa, esto no es solo una medicalización que se extiende a todas las etapas de la vida, sino que representa el poder ilimitado de la tecnociencias para una superación continua de límites en los que es precisamente el cuerpo humano el que constituye un límite para la perfecta perfección.
La procreación médicamente asistida es el caballo de Troya del transhumanismo porque allana el camino para la posibilidad de reproducción artificial, para todos y cada uno, la consecuencia lógica es la mejora continua del producto. El diagnóstico previo a la implantación con selección genética de embriones respalda la lógica eugenésica y el transhumanismo humano mejorado.
Por el momento todavía no tenemos niños genéticamente modificados, pero se ha excedido el umbral de las niñas editadas en China, y es un umbral desde el cual nadie puede pensar en regresar y mientras se inculca la idea de que es preferible entregar la procreación a los técnicos. y para la tecnología, que es bueno proporcionar a la hija una mejor herencia genética que la que podrían proporcionar sus propios gametos y que con el diagnóstico previo al implante puede ser el propio diseñador de la hija.
El mundo transhumanista es el protagonista de la revolución CRISPR y no queremos perder las posibilidades que ofrece esta nueva tecnología. Las manipulaciones genéticas son, con mucho, las tecnologías más prometedoras, dice Roberto Manzocco, un investigador transhumanista.
El desarrollo de las tecnociencias y el transhumanismo producen imaginarios, deseos, necesidades, crean los paradigmas de pensamiento a través de los cuales miramos e interpretamos el mundo y a nosotros mismos, determinando qué en la sociedad se considerará aceptable. Esta creación de lo imaginario, esta visión de la vida implica, por lo tanto, una transformación de la vida misma.
Ante estas transformaciones trascendentales, debemos comprender su alcance y sentir la necesidad y la prioridad de luchar contra este mundo de automóviles antes de que sea realmente demasiado tarde.
Un gurú de la tecnociencia ha emitido una advertencia a sus fieles de que podría extenderse a los oponentes:«No te apartes de la Singularidad, tienes la oportunidad de dirigir tu esfuerzo al punto de mayor impacto, el comienzo».
Silvia Guerini, Resistencias al Nanomondo
Con motivo del presidium contra la Cumbre de la Universidad de Sigularidad del 8 de octubre en Milán organizada por el colectivo Resistenze al Nanomondo (www.resistenzealnanomondo.org) y desde el espacio de documentación La Piralide di Bergamo (lapiralide.noblogs.org)
[ITA]
Il movimento transumanista sorge negli stati Uniti, nella Silicon
Valley, alla fine degli anni 80, tra i fondatori dell’associazione
transumanista mondiale, oggi nota con il nome di Humanity+ e tra i
fondatori, finanziatori, dirigenti transumanisti di numerose fondazioni,
istituti, start-up, progetti di ricerca e aziende di importanza
internazionale abbiamo Natscha e Max More, Nick Bostrom, David Pearce,
Peter Diamantis, David Orban, Ray Kurzweill, che ha preso il termine
Singolarità dalla fisica, per citare i nomi più conosciuti.
Non è semplice dare un breve panorama delle origini di questa ideologia,
queste ci portano al lontano 1883 quando appare per la prima volta il
termine eugenetico da Galton, al discorso di Huxley sul suo credo
transumanista di trascendenza dell’umano, al paradigma cibernetco,
originatosi durante la guerra in campo militare, che riduce il soggetto a
una somma di informazioni, a un programma che si può decifrare e quindi
modificare come una macchina, per arrivare allo sviluppo della biologia
molecolare, alle bio e nanotecnologie, alla ridefinizione dell’umano in
termini antropotecnici.
Il transumanesimo mira a potenziare l’umano attraverso la tecnologia e a
liberarlo dai vincoli della biologia fino a un’ibridazione con le
macchine, per arrivare a una trasformazione nano-bio-tecnologica
dell’essere umano: il cyorg, il post-humano. Considerando l’umano quindi
come infinitamente modificabile, ingegnerizzabile e per sua stessa
ontologia ibridativo che si co-costruisce con la tecnologia,
distruggendo così i confini tra natura e tecnica, tra vivente e
macchina.
La cosa importante da sottolinerare è che il transumanesimo non è una
tendenza di alcuni eccentrici ricercatori marginali, di filosofi che
confondono la realtà con i propri sogni, non è un mero delirio
prometeico, per ricordare il dislivello prometeico di Gunther Anders,
così come non è un effetto collaterale, ma è l’approdo dello sviluppo
tecnologico, è l’ideologia della convergenza tra biotecnologie,
nanotecnologie, informatica, neuroscenze.
L’ideologia transumanista si incarna nei centri di ricerca, nei colossi
come Google, IBM, Microsoft, nelle multinazionali agro-alimentari,
farmaceutiche e biotecnologiche.
La Singularity University non è una semplice università, è una delle
maggiori espressioni del transumanesimo, ne escono i più importanti
dirigenti e ricercatori mondiali, alcuni di loro confluiscono poi al MIT
(Massachusetts Institute of Technology), una delle più importanti
università di ricerca al mondo; nella DARPA, una agenzia governativa del
Dipartimento della Difesa degli Stati Uniti per lo sviluppo di nuove
tecnologie per uso militare; in Google; in Microsoft, solo per citarne
alcune… Tra i maggiori finanziatori della Singularity University vi sono
compagnie come Google conosciuta per l’informatica ma meno per i suoi
investimenti anche nella ricerca genetica.
In Italia ci sono due sedi dell’Università della Singolartà: una a
Milano e l’altra a Roma. Questa università fa da consulenza per settori
come quello della difesa, della sicurezza, della biomedicina, per tutti
settori di punta a livello di sviluppo e di ricerca. Il transumanesimo
influenza così profondamente i vari governi nello sviluppo delle scienze
convergenti, non è un caso ad esempio che un partner di alcuni Summit
sia la Vodafone, in prima fila con la sua propaganda per la rete 5G che
permetterà il passaggio definitivo all’internet delle cose e al così
detto “pianeta intelligente” di IBM. Il Summit rappresenta questa
convergenza di settori e di ricerche di alto livello ed è la vetrina
della loro propaganda.
I Summit vengono organizzati in più parti del mondo, l’8 e 9 ottobre e
Milano e l’11 e 12 novembre ad Atene.Lo slogan del prossimo a Milano è: “Progetta il futuro. Costruisci il futuro. Sii il futuro.” Un futuro che sta già diventando il presente.
La loro propaganda si basa sulla retorica di poter far fronte ai
disastri climatici, siccità, carenze alimentari, estinzione delle
specie, all’aumento di sterilità, di poter sconfiggere le malattie con
un accelerazione tecno-scientifica che potrà cancellare le
disuguaglianze sociali. Tutto questo sostituendo un mondo naturale,
compromesso sempre di più, con un mondo artificiale, informatizzato, e
bio-nanotecnologico. In questo mondo i corpi, gli elementi naturali, non
costituiscono più un fondamento indisponibile ma divengono
scomponibili, manipolabili e ingegnerizzabili.
Significativo è notare che dai loro stessi discorsi emerge che le
tecno-scienze e la visione transumanista cambieranno profondamente e
radicalmente il modo in cui le persone percepiranno il mondo attorno a
loro e la loro vita. La loro strategia mira a far si che le persone
abbiano sempre più familiarità con concetti come terapia genica,
intelligenza artificiale, editing genetico, così sarà più semplice
creare un’accettazione sociale per tutti questi sviluppi.
In alcune circostanze, come ad una conferenza di Roberto Cingolani,
dell’Istituto Italiano di Tecnologia di Genova, dove presentava il suo
robot umanoide, c’è la tendenza a sottolineare che le loro ricerche non
hanno applicazioni militari e a distanziarsi dai transumanisti più
estremi come Kurzweill, in realtà è mera propaganda, ben sappiamo che
portano avanti la stessa idea e distruzione di mondo e sappiamo bene che
dai laboratori per la salute pubblica possono uscire innovative
nanoarmi o sofisticati sistemi di controllo.
Purtroppo, a parte poche eccezioni, non è presente una critica al
transumanesimo, questo perché non viene compreso, viene considerato come
un mito, come un qualcosa di astratto o di futuristico.
Noi proprio per evitare questi fraintendimenti, non ci incentriamo su
quello che ancora non c’è, come quando avevamo molti anni fa iniziato a
parlare di nanotecnologie, non parlavamo del rischio della catastrofe
del “Gray goo”, cioè della replicazione incontrollata di nanorobot, così
per il transumanesimo non ci incentriamo sui progetti di
crioconservazione del cervello o sulla trasposizione del cervello in un
computer, ma di quello che è già presente.
Le logiche del transumanesimo – superamento dei limiti, miglioramento e
potenziamento dell’uomo, riprogettazione e artificializzazione del
vivente – non sono mere speculazioni astratte, ma diventano ricerche,
chimere transgeniche, droni militari, nuovi apparati della smart city,
Procreazione Medicalmente Assistita e editing genetico…
Se pensiamo agli esoscheletri per i tetraplegici che possono essere
usati anche per potenziare le prestazioni dei soldati, capiamo bene
quanto è sottile il confine tra cura e potenziamento dell’umano. Forse
nessuno si amputerà gambe sane per mettersi delle protesi che
aumenteranno le prestazioni, a parte forse qualche eccentrico
ricercatore, ma le idee dell’implementazione, del potenziamento
continuo, della modifica del corpo, da tempo si fanno strada
nell’immaginario e nei desideri delle persone. Prima della sostituzione
di parti del nostro corpo, il telefono cellulare è già un’inseparabile
protesi, dalla tasca al polso con l’auricolare senza fili perennemente
connesso, ecco, il passaggio al chip sottopelle non è così lontano.
La salute “perfetta”, il bambino “perfetto”, un continuo adattamento a
un mondo tecnico, dalla diagnosi pre-impianto alla medicina
rigenerativa, questo non rappresenta solo una medicalizzazione che si
estende a ogni fase della vita, ma rappresenta il potere illimitato
delle tecno-scienze per un continuo superamento di limiti in cui è
proprio il corpo umano a costituire un limite per la piena
perfettibilità.
La procreazione medicalmente assistita rappresenta il cavallo di Troia
del transumanesimo perché aperta la strada alla possibilità della
riproduzione artificiale, per tutti e tutte, la logica conseguenza è
quella del continuo miglioramento del prodotto. La diagnosi pre-impianto
con selezione genetica dell’embrione sottende logiche eugenetiche e
l’uomo potenziato del transumanesimo.
Al momento ancora non abbiamo bambini modificati geneticamente, ma la
soglia delle bambine editate in Cina è stata superata, ed è una soglia
da cui nessuno può pensare di tornare indietro e nel mentre viene
instillato il pensiero che è preferibile consegnare la procreazione in
mano ai tecnici e alla tecnologia, che è bene fornire alla figlia che
nascerà un’eredità genetica migliore di quella che potrebbero fornire i
propri stessi gameti e che con la diagnosi pre-impianto si può essere i
designer della propria figlia.
Il mondo transumanista è protagonista della rivoluzione CRISPR e non si
vuole lasciare sfuggire le possibilità offerte da questa nuova
tecnologia. Le manipolazioni genetiche sono in assoluto le tecnologie
più promettenti afferma Roberto Manzocco, ricercatore transumanista.
Lo sviluppo delle tecno-scienze e il transumanesimo producono
immaginari, desideri, bisogni, creano i paradigmi di pensiero attraverso
cui guardiamo e interpretiamo il mondo e noi stesse/i determinando ciò
che nella società verrà considerato come accettabile. Questa creazione
di immaginario, questa visione del vivente implica quindi una
trasformazione dello stesso vivente.
Difronte a queste trasformazioni epocali dovremmo comprenderne la
portata e sentire la necessità e la priorità di lottare contro questo
mondo macchina prima che davvero sia troppo tardi.
Un guru delle tecnoscienze ha lanciato un avvertimento ai suoi fedeli che si potrebbe estendere agli oppositori: “Non
state da parte di fronte alla Singularity, avete la possibilità di
dirigere il vostro sforzo nel punto di maggior impatto, l’inizio”.
Silvia Guerini, Resistenze al Nanomondo
In occasione del presidio contro il Sigularity University Summit dell’8 ottobre a Milano organizzato dal collettivo Resistenze al Nanomondo (www.resistenzealnanomondo.org) e dallo spazio di documentazione La Piralide di Bergamo (lapiralide.noblogs.org)
documento in pdf: Summit Singolarity