[CoronaVirus] La histeria interminable [CAS-ITA]

fuente: http://diariodetierra.com/la-histeria-interminable/

Tradotto in Italiano da Resiste! (https://resiste.squat.net/).

*Todos los datos y referencias están contrastados en las fuentes que pongo más abajo.

Wolfgang Wodarg, reputado epidemiólogo y expresidente de la Comisión de la Salud del Consejo de Europa, Manuel Elkin, descubridor de la vacuna contra la malaria y Pablo Goldsmith, prestigioso virólogo, entre otros muchos científicos, cuestionan la ola de pánico creada en torno al coronavirus y las medidas desproporcionadas y contraproducentes que se están tomando en países como España. Mientras, los medios siguen ignorando por completo estas voces, demasiado preocupados en el conteo de personas enfermas y fallecidas por un virus que parece ser el enemigo perfecto.

A estas alturas supongo que ya más de uno se habrá hecho la siguiente pregunta: ¿Cómo pudimos sobrevivir el año pasado a 525.300 enfermos de gripe frente a 25.000 de coronavirus y 6.300 muertes (de gripe) frente a 1.350 muertes (de coronavirus) sin paralizar el país? ¿Y cómo lo sobrellevamos en 2018 que hubo 800.000 casos de gripe y 15.000 muertes?

La media viene a ser 17 muertos al día el año pasado (41 muertos al día en 2018). Aunque realmente dividir y enfrentar ambos virus no es realmente correcto, ya que, tal y como ha manifestado el epidemiólogo Wolfgang Wodarg, el coronavirus siempre ha formado parte de la gripe.

Lo que ocurre es que esta vez se aisló una variante de coronavirus concreta para luego hacer un conteo de sus efectos, las personas enfermas y las muertas.

Así que la pregunta sería: ¿Cómo podemos hablar de un virus más mortífero y contagioso que la gripe si el año pasado llevábamos más casos y más muertes debido a la gripe estacional? 

Pero claro, como el año pasado no hubo este conteo ni hubo ningún seguimiento de un coronavirus concreto, tampoco se tuvo en cuenta si mucha gente la padeció de forma asintomática y luego la transmitió.

Este nuevo virus parece tener una tendencia a provocar neumonía y ser más contagioso. Sin embargo, en enero de 2018 aumentó la mortalidad de la gripe en un 77% registrando, del 15 al 21 de enero, 121 fallecidos en una sola semana. ¿Fue un colapso mundial? ¿O Simplemente se habló en 2018 de una gripe con mayor virulencia?

El problema que tiene la Organización Mundial de la Salud (OMS) con Wodarg es que es considerado un experto mundial en la materia y, además, ha formado parte del Bundestag. De hecho, el epidemiólogo ya ha solicitado un comité de investigación en el parlamento, ya que, según él, está ocurriendo lo mismo que con la gripe A. Un caso que él mismo denunció en 2009 y que terminó con una investigación en el Consejo de Europa.

El parlamentario socialista británico Paul Flynn, autor del informe sobre la denuncia que Wodarg hizo en 2009 sobre la gripe A, concluyó que “la declaración de pandemia ha sido irracional y ha hecho ganar miles de millones de euros a la industria farmacéutica”.

En esa misma línea se manifiesta el argentino afincado en París Pablo Goldsmtih, virólogo, bioquímico, farmacéutico, psicólogo y una infinidad de especialidades más, aparte de voluntario de la OMS para un gran número de misiones humanitarias.

“Nuestro planeta es víctima de un nuevo fenómeno sociológico, el acoso científico-mediático” ha denunciado con vehemencia el virólogo. Goldsmith también denuncia que el pánico que se está generando en torno a la cepa de coronavirus identificado en China (COVID-19) es tan injustificado como el que se creó en 2003 con el síndrome respiratorio agudo grave (SARS) o en 2009 con el virus de la gripe A.

Manuel Elkin, inmunólogo creador de la vacuna de la malaria, apunta que “estamos entrando en un juego mediático sin sentido”. Advierte también que hay que tener los ojos bien abiertos pero sin entrar en pánico ni en medidas extremas y contraproducentes.

Elkin ha declarado que lo lógico es asilar exclusivamente los casos de contagio y hacer un estudio de los allegados al infectado. Con eso es suficiente, declara, y considera un enorme error el aislamiento de personas y ciudades; “Muchos científicos en el mundo no lo vemos lógico. Hay muchas voces de protesta que manifiestan que hay que tener cuidado con el virus, no se puede ignorar, pero no instalar un sistema de histeria colectiva como el que hay”.

También Vageesh Jain, profesor de Salud Pública en el University College de Londres, se plantea muy seriamente la conveniencia de “un escenario de apocalipsis zombi que no ayuda en la coordinación operativa de actividades complejas de salud pública”.

Y también añade que un bloque de estas características “no solo es superfluo, sino que también introduce nuevos problemas. La primera semana de cuarentena ha conducido a hospitales abarrotados, escasez de alimentos y economías estancadas”.

Estas voces, junto a otras crecientes del mundo de la ciencia y la medicina, siguen poniendo en duda la validez del pánico que provocan estas medidas extremas contra la libertad de la ciudadanía.

A mí, personalmente, no me deja de sorprender de qué manera nos hemos dejado quitar las libertades básicas de un plumazo. Esos derechos constitucionales que tanto nos han costado y con los que muchos de nuestros políticos se han llenado, hasta ahora, falsamente la boca.

¿Razones para el pánico?
Primero me gustaría empezar explicando cómo hemos llegado a esta situación en la que, precisamente, los medios han sido decisivos. Ningún telediario ha hablado de los datos que muestro al principio. Sólo hacen el conteo de los casos de contagio y muerte por coronavirus, no vaya a ser que la gente se despegue de las pantallas.

¿Qué hubiera ocurrido si el año pasado los medios hubieran hecho un conteo de los 6.300 muertos de gripe? ¿Y los 15.000 de la anterior?

En la primera semana de febrero del año pasado contábamos 150.000 casos de gripe estacional, frente a los 20.000 de coronavirus. Hay que recordar que, aunque no fue noticia de alarma, la gripe de hace dos años fue tan virulenta en esas fechas que la mortalidad rondaba el 10% de los ingresados.

Por lo tanto, esta frase continua de los medios de todo tipo de «el coronavirus está colapsando los hospitales» es muy cuestionable.

Es evidente lo difícil que es que haya medios sanitarios para atender un virus de esta envergadura. Pero muchos expertos como es  el caso de Andreu Segura, expresidente de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria, opina que “las consecuencias negativas de tales procederes no se limitan a las derivadas de las injerencias e interferencias en el trabajo, la economía y la vida cotidiana de las personas, sino que distraen el funcionamiento habitual de los servicios públicos, incluidos los sanitarios, que se someten a un estrés innecesario, como ocurrió durante la pasada pandemia gripal”.

Es decir no es que sólo no haya medios para atender al virus, sino que no hay medios, sobre todo, para atender al pánico creado en torno a él.

Hacia el abismo para evitar el abismo
La situación en la que estamos me recuerda a aquella persona, responsable principal de una familia, que era muy austera y que decidió que su familia viviera en la pobreza para evitar la pobreza. Pues en este caso vivimos en la alarma y el colapso para evitar la enfermedad. Evitar la enfermedad para convertirnos a todos en enfermos. Como si el miedo no fuera la verdadera plaga.

Pongamos ahora el caso de que alguien que vive en Madrid te dice que tiene fiebre. ¿Qué es lo que piensas? Efectivamente, coronavirus.

¿Todos tenemos coronavirus?
Aquí se abre una situación contradictoria aunque, en el fondo, puede que no lo sea tanto. Actualmente, en la Comunidad de Madrid hay 6.500.000 habitantes y unos 9.000 tienen coronavirus… Resulta que, según los mapas de conteo, sólo el 0´13% de los madrileños han sido diagnosticados con coronavirus.

Aunque estamos convencidos de que nos vamos a encontrar con alguno o, incluso de que somos uno de ellos la probabilidad es baja. A nivel nacional el riesgo de coronavirus es del 0,05%.

Evidentemente el factor de riesgo varía si vives en Madrid y te dedicas a mezclarte con miles de personas y no tienes ninguna precaución. Pero con medidas de higiene básicas y un comportamiento responsable, las posibilidades siguen siendo escasas.

También es cierto que habrá personas que hayan pasado el coronavirus y no se han enterado o simplemente han aguantado en sus casas. En todo caso, esto se convertiría en una buena noticia ya que significa que el ratio le letalidad es menor del que le asignan.

Aun así, en los mapas de los periódicos ponen colores en la progresión de la enfermedad. Pero no figura que el máximo al que se llega en ese color oscuro (tono muerte) no va mucho más allá del 0’2%.

Y la paranoia sigue aumentando. También considero un error pensar que la gente va a hacerse responsable desde el miedo. Más bien, el propio pánico provoca fugas peores por otros lados. Después de todo, desatando una alarma de este calibre no se puede esperar que la gente actúe de una forma diferente en urgencias que en los supermercados.

Ante los medios, ocurre lo mismo; cuando la gente habla de «si le pego el coronavirus a mi abuela o a mi abuelo» da por hecho algo que es muy improbable pero que los medios le han hecho ver como muy posible (sin que esto signifique no tomar medidas con respecto a los mayores).

Por otra parte, lo que antes era algo rutinario o nada noticiable, que era que alguien tenía gripe o tenía fiebre, ahora se convierte en algo que inmediatamente se cuenta en las redes y por Wapp con el indudable apellido de coronavirus.

Mientras escribo estas líneas, la noticia en el telediario es que mueren “tres personas jóvenes de menos de 65 años”. Ya la consideración de joven es sospechosa. Pongamos que es así…

¿Fue noticia durante el año pasado o al anterior que de entre los 6.300 y 15.000 muertos por gripe, había varias “personas jóvenes” por debajo de los 65 años?

Motivos para la calma
Yéndose al lado opuesto, lo más curioso de todo, es que, probablemente muchos ya tuvimos coronavirus los años anteriores (no sabemos cuál en concreto porque no se aisló para contar los casos como se ha hecho este año). Y la inmensa mayoría sobrevivimos sin caer en el caos de detener el mundo.

El epidemiólogo Manuel Elkin se queda muy asombrado cuando algunos políticos dicen que del 70% al 80% de la población se verá afectada “no sé a quién consultará  [Boris Johnson] cuando dice eso pero me extraña porque Londres tiene excelentes expertos en enfermedades infecciosas”.

Y aclara que ser contagiado depende de tres factores; “la causa externa, el virus en este caso, el medio ambiente y, sobre todo, el componente genético de cada persona”.  Que coincidan los tres factores en un tanto por ciento tan alto, según el Elkin, es imposible.  

De ahí que las cadenas de contagio que se dedican a multiplicar por doquier no sean para nada exactas.

Esto, que cada vez denuncian más virólogos y especialistas, sería un motivo de tranquilidad. Pero la calma no vende mascarillas ni llena supermercados ni provoca un gasto en vacunas desmesurado. Como primer indicio de este hecho, 810€ han llegado a cobrar en un hospital privado madrileño Ruber Internacional por una prueba para detectar coronavirus.

Aludiendo a lo más básico, en Ginebra ahora mismo el precio de las mascarillas es de 400€ por un pack de 20 unidades (indivisible, por supuesto). La producción de mascarillas ha subido un 8.000%. Así que, a partir de ahí, a multiplicar.

Que quede claro que no pongo en duda el trabajo de los sanitarios (al revés, están siendo víctimas de la histeria colectiva y del propio virus), pongo en duda la negligencia de crear un estado de alarma que no está acorde con el riesgo.

Resulta muy curioso que cuando Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS anunció el estado de alarma, declarara también: «Nuestro mayor enemigo en este momento no es el virus en sí mismo sino el miedo, los rumores y el estigma». Sin embargo, pese al pánico creciente, días después lo declararon pandemia global. ¿Con qué criterio?

El archivo que seguramente no recibiste
A estas alturas habrás recibido varias veces tanto el vídeo de la niña que chupa la barandilla, los miles de memes del papel higiénico y otros tantos del estilo (¡bendito humor!).

Por desgracia habrás recibido bulos sin parar, audios de una calidad extraordinaria igualmente falsos y un largo etc. La desinformación basada en el exceso de información. Si le quitas el filtro del espíritu crítico llegamos a donde estamos.

Es menos probable que hayas visto un vídeo en el que Iñaki Gabilondo daba una reveladora noticia sobre la pasada gripe A en el que denunciaba que, el entonces presidente de Salud de la Comisión Europea, Wolfgang Wodarg, acusaba al lobby de los laboratorios farmacéuticos de organizar la psicosis de la gripe A.

Además, atribuía a la OMS la responsabilidad de esa ola de histeria. Wolfgang Wodarg, médico y epidemiólogo denunció que no existía razón para justificar tal alarma. Denunció también que, a partir de mediados de 2009, había bajado de forma incomprensible los criterios para declarar pandemia.

De esta forma, continúa Gabilondo, los gobiernos hábilmente pastoreados por los laboratorios hicieron lo que les correspondía hacer; comprar millones de vacunas. Hoy sabemos que la gripe A ha producido la décima parte de muertes que una gripe estacional (apunto aquí que el coronavirus todavía no ha llegado ni siquiera a las cifras de la gripe A).

El Consejo Europeo, concluye el periodista, abrirá una investigación sobre el negocio más repugnante. El negocio del miedo.

Como contaba anteriormente, el Consejo de Europa investigó el caso, y denunció la poca transparencia de la OMS y su servidumbre a los lobbies farmacéuticos.

Como ser humano y como periodista, aparte de sentir una profunda vergüenza por lo que está pasando en los medios, considero alucinante que ninguno de ellos, excepto el diario El salto, se haya preocupado por saber la opinión sobre el coronavirus de la persona que destapó semejante escándalo en un caso tan parecido como el que nos ocupa.

Datos reveladores
En el artículo del mencionado diario, publicado a principios de este mes, Wolfgang Wodarg insiste en que no tiene sentido las medidas de pánico que están tomando los distintos gobiernos.

«En vista del hecho bien conocido de que en cada ola de gripe entre el 7% al 15% de las enfermedades respiratorias agudas (ERA) son causadas por coronavirus, el número de casos que ahora se suman continuamente siguen estando completamente dentro del rango normal».

Wodarg también denuncia el hecho de que cuando se dice que se convierte en «algo más» debe ser por contraste con otros datos, pero no por criterios aleatorios o interesados.

¿De dónde parte el error?
Como ha demostrado Wodarg en su web y en varios vídeos y entrevistas, desde 2005 a 2013 comprobaron en un estudio en Glasgow qué virus ocurren entre las enfermedades respiratorias. En este estudio se muestra claramente que las partes verdes que son el coronavirus siempre han formado parte de la mezcla. Aquí lo podemos comprobar en las zonas verdes.

Cuenta también que la alarma partió en el momento en que en Wuhan los laboratorios examinaron una nueva variante de coronavirus y esos datos se pusieron en conocimiento de toda la comunidad científica.

Esta nueva variante del coronavirus fue transmitida a la OMS y fue admitida rápidamente. Denuncia el especialista alemán que no hubo test previos. Luego se compartió con el resto de los científicos de todo el mundo sin haber hecho comparativas pertinentes (por eso no se sabe ni siquiera si es realmente nuevo).

“Un laboratorio de la clínica berlinesa Charité ganó la carrera en la OMS y se le permitió comercializar sus pruebas internas en todo el mundo a varias veces el precio habitual” añade Wodarg.

Poderosas preguntas
El epidimologo se pregunta entonces:

“¿Cómo es posible que sepamos que este virus es peligroso? ¿No es algo que ya tuvimos el año pasado? ¿Cómo es posible que no se haya comparado con años anteriores?”

Pasando por alto toda esta lógica, el test ni siquiera se hizo sobre un abanico de población en general y él mismo duda de su eficacia. Se escogió una muestra de menos de 50 personas enfermas en Wuhan con lo que el grado de personas afectadas de coronavirus resultó ser muy alto y, en personas enfermas ya graves, subía aún más la mortalidad.

A partir de ahí, según Wodarg, los gobiernos consultaron a sus expertos que, a su vez, consultaron a los expertos que iniciaron la alarma. “Los gobernantes han sido seducidos por científicos que quieren formar parte de esto, que quieren dinero para sus instituciones y otros que proponen aplicaciones, estudios, programas” y, añade con ironía, “muchas ganas de ayudar y ganar relevancia”.

Goldsmith es de la misma opinión: “Se fueron replicando comunicados emitidos desde China y Ginebra, sin que se los confronte desde un punto de vista crítico y, sobre todo, sin subrayar que los coronavirus siempre han infectado a los humanos y siempre provocaron diarreas y lo que la gente llama resfrío banal o resfrío común”.

El doctor en Medicina Darren Schulte, CEO de la compañía de análisis Apixio, también ha manifestado que “la reacción de los medios y de muchos gobiernos va a producir más daño a las sociedades de todo el mundo que el propio virus. Un perjuicio que se extenderá además durante muchos años.”

Tom Jefferson, del centro de investigaciones independientes, Cochrane Nordic, dice no reconocer nada nuevo en el hecho de que se descubra una nueva variante dentro del coronavirus.

Al doctor Schulte la situación le recuerda a la crisis del coronavirus de 2003. Entonces China tomó medidas parecidas de aislamiento. El Banco Mundial calculó que las medidas contra el SARS supusieron unas pérdidas de 33.000.000.000 de dólares.

En ese sentido, Schulte está seguro de que la recesión económica, la pérdida de empleos, el endeudamiento de familias y empresas… y ya, directamente, los venideros recortes en sanidad “incrementarán el número de enfermedades evitables y de muertes por un periodo de tiempo mucho más largo”.

Recuerda también que en el mundo mueren entre 300.000 y 650.000 personas por gripe mientras la gente va libremente en transporte, va a los pubs, se celebran acontecimientos multitudinarios… Es cierto, recuerda, que el Covid 19 no tiene vacuna pero debemos encontrar “un equilibrio entre la salud pública y la seguridad y las consecuencias de interrumpir la vida diaria”.

Por eso, advierte, que sería mucho más adecuado y efectivo, aislar temporalmente a las personas infectadas o que tienen un alto margen de riesgo, ponerse en mascarillas en esos casos, mientras el resto toma medidas de higiene básicas.

En ese sentido también, John P.A. Ioannidis, profesor de medicina, epidemiología y biomedicina expone que se están tomando decisiones muy exageradas sin un contraste fiable de datos.

De hecho, todos parecen coincidir en que los gobiernos no se están rodeando de científicos que realmente vean el problema con perspectiva, con datos fiables y comparados, con criterios desinteresados, ni con una coordinación con el resto de expertos del mundo.

Virus mediatizado y viralizado
Desde que en Wuhan, con sus 11 millones de habitantes, con constantes neumonías y todo tipo de gripes y enfermedades, saltó la alarma se empezó una campaña muy sensacionalista. Se monitorizó la temperatura de sus habitantes y ya entonces, de forma inmediata, hilamos cualquier temperatura alta con coronavirus y, a su vez, relacionamos el coronavirus con una letalidad que, al final, va a ser mayor que las medidas tomadas contra él.

A todo esto, se llenan los telediarios de datos sin contrastar con otras epidemias, de ansia por engullir a la población en las pantallas sin darle tiempo a pensar ni a reaccionar, sometiéndola a un estrés y una psicosis irresponsable en busca de audiencias y de competir a ver quién alerta más.

Lo que tampoco saldrá en los telediarios es que la propia Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha emitido un comunicado mediante el cual hace “un llamamiento a todos los medios de comunicación para que informen con rigor y datos reales, verificados y contrastados sobre este problema, sin recurrir a enfoques amarillistas o sensacionalistas que solo pueden crear situaciones de miedo generalizado”. 

También en esa carrera por conseguir audiencias se han pasado por alto los derechos de imagen e intimidad. De ahí que la FAPE también añada en el extenso comunicado: “[…] respetemos el derecho de las personas a su propia intimidad e imagen, sobre todo en el tratamiento informativo de los asuntos en que medien elementos de dolor o aflicción en las personas afectadas”.

El propio Manuel Elkin denuncia que la propia denominación de pandemia ha hecho mucho daño. “Llevamos diez años con alrededor de diez supuestas pandemias”. Ahora pide con vehemencia “mesura en el manejo de la información sobre todo por parte de los gobiernos y los medios”.

“Normalmente los medios cada vez tienen una menor asesoría científica” y también añade; “No son suficientemente analíticos y convierten cualquier noticia en una razón para el pánico universal”.

Según él también debe considerarse algo muy importante y es que “puede darse la situación de que una epidemia puede expandirse por el mundo entero, considerarse pandemia y no tener la cifra suficiente para constituir una alarma como ocurre con el coronavirus”.

Resulta curioso también que en la audiencia del Consejo de Europa de 2009, el director del centro colaborador en epidemiología de la OMS en Múnich, Ulrich Keil, ironizara sobre los nuevos criterios para declarar una pandemia, comentando: “Con los nuevos criterios de pandemia, ¿podría declararse una epidemia de estornudos? Sí, podría.

Excepciones al sensacionalismo
Por contraste, Lorenzo Milá en TVE hacía un llamamiento a la calma desde Italia puntualizando información veraz y otros periodistas tales como Francino (SER) apelaba a Aristóteles para aplicar aquel sabio pensamiento de que “la virtud está siempre en el término medio”.

También en ese sentido, esRadio en una entrevista al investigador del CSIC Luis Enjuanes, el virólogo que lleva más de 30 años investigando este tipo de virus, cuando le preguntaron sobre si estaba preocupado por el virus (a sus más de 70 años) contestó: “No estoy preocupado en absoluto”.

Según manifestó en ese medio, la mayor parte de la gente no considera las amenazas de forma global.  Y como dato dice que en el año 2017 se infectaron 32 millones de personas por gripe estacional en Estados Unidos.

Declaró también que los muertos por coronavirus son muchos menos este año y que “alarma no debe existir en absoluto porque si no todos los años deberíamos vaciar los supermercados”.

Eso no quita, añadió, que haya que seguir escrupulosamente las indicaciones sanitarias.

Los más perjudicados
Muchas personas están usando el argumento de que este encierro es para proteger a los más vulnerables. Todo esto mientras los recursos no pueden llegar a toda persona mayor que está aislada, mientras las mujeres maltratadas están encerradas con sus maltratadores, mientras muchas personas con enfermedades degenerativas ven restringidos sus tratamientos, mientras personas enfermas de Alzheimer no pueden ver a sus familiares, mientras las mujeres que ejercen la prostitución quedan en custodia de sus explotadores…

¿Quién puede medir los daños psicológicos, emocionales y físicos de mantener a una población aislada y lejos de sus seres queridos? ¿Cómo ha afectado esto a nuestro sistema inmune? ¿Cuántas de las personas enfermas no lo están más por el nivel de estrés al que hemos sido sometidos? ¿Cuál va a ser el síndrome post traumático de todo esto?

Por otra parte, teniendo en cuenta que en España la primera causa de muerte no natural es el suicidio; ¿Dónde están las cifras de suicidio actualmente? ¿Qué consecuencias ha tenido el aislamiento y la falta de contacto en las personas con tendencia a la depresión o enfermedades metales? ¿Cuántas mujeres han muerto por violencia de género en estos días?

¿Qué ocurría si este colapso económico al borde del abismo nos sorprendiera algún tipo de catástrofe natural como incendios o inundaciones de hace meses? ¿Cuántas víctimas podrían venir ante un sistema paralizado y un pánico generalizado al contacto con el otro? ¿Tendremos el próximo invierno o el siguiente otra edición de un nuevo coronavirus?

Ningún medio ni contertulio se ha dignado a cuestionárselo; sólo importan los números del coronavirus.

Si seguimos con esta estrategia la enorme crisis golpeará precisamente a las personas más vulnerables empezando por las personas más pobres, desempleados, autónomos, pensionistas… haciendo que la curva de la desigualdad aumente hasta niveles imposibles de sostener.

¿Responsabilidad?
Me parece curioso con qué facilidad la gente apela a la responsabilidad ante la situación. Pero lo siento, no creo en apelar a la responsabilidad después de que hayan tenido la irresponsabilidad de haber creado este caos. Considero que la responsabilidad es también poner en duda medidas negligentes como alarmar a toda una población ante un mal mucho menor al que nos hacen creer.

Yo no digo que la situación no sea terrible, especialmente para las personas que lo padecen y sus allegados. Lo que digo es que la gripe, como muchas otras enfermedades que nos rodean, nos traen miles de tragedias todos los años. Todo depende de si pones un foco constante en ellas o, por el contrario, les dedicas un tiempo proporcional en los medios.

¿Hacia dónde miramos?
En Europa hay 800.000 muertes al año por contaminación ambiental. ¿No será que estamos perdiendo el norte de lo que es realmente importante? ¿No estábamos hace bien poco protestando en las calles para revertir esta masacre del planeta (y, por lo tanto, de sus habitantes)?

¿Estamos mirando con perspectiva el problema o nos lo impide estar cegados en nuestro propio ombligo?

Manuel Elkin declara casi como un mantra en sus entrevistas que si queremos ver las cifras con perspectiva quizás deberíamos fijarnos en “la desproporción que supone que la malaria aflige entre 230 a 250 millones de personas al año y, de ellos, mueren de 1.250 a 1.500 al día”. Así que los muertos por coronavirus en cuatro meses vienen a ser los de una semana de malaria.

Hacinados
Agazapados en nuestros hogares, rendidos por el miedo y el acicate constante de los medios, hemos hecho el virus mucho más grande de lo que es y, mientras, en nuestra idea de que nada es demasiado, los poderes han visto que ancha es Castilla a la hora de arrasar con nuestros derechos más básicos.

Me parece muy curioso cómo, hasta hace bien poco, protestábamos contra la negligencia política, la corrupción, el abuso de la banca, ante siglas que nos gobiernan cada vez más como el FMI, BCE, OPEP… pero que no son de ninguna manera democráticas ni elegidas por ningún pueblo.Ahora le ha tocado a la OMS que, desde luego, no siempre se ha comportado de forma ejemplar en casos similares.

Ahora resulta que el enemigo del pueblo es un virus. Y toda la masa a luchar contra él. Lo siento pero no me lo creo. Como dice el doctor Karmelo Bizkarra se le están dando cualidades humanas al virus como si fuera un invasor, otorgando al virus lo peor de los humanos cuando “es el ser humano el que actúa sobre el virus y no al revés”.

Cuanto menos me produce dentera pensar que han sido los medios los que más han empujado hacia una situación de encierro. Quédate en casa para seguir pegado a nuestras pantallas alimentándote de miedo y alarma que justifique un siguiente estado de encierro.

Porque, independientemente de lo que ocurra con el virus, lo más probable es que lleguemos al estado de excepción (como Italia). Así que todos consumiendo terror y plataformas televisivas mientras el ejército ocupa las calles. Llamadme loco pero no me pinta nada bien. No estoy en contra del ejército ni considero que esto sea una conspiración para volver a una dictadura.

Sólo considero que no puedo aceptar alegremente que me quiten la libertad de decidir sobre mi destino, ni me rindo fácilmente cuando nos encaminan a un estado donde se pueda detener personas si se cree que alteran el orden público, secuestrar publicaciones, ejecutar registros domiciliarios y prohibir huelgas entre otras circunstancias que supone el estado de excepción (por mucha excepción que sea).

Llamadme loco si también me rechina que ayer estuviéramos en la calle gritando a los balcones “¡No nos mires únete!” y ahora estamos desde los balcones grabando, insultando y viralizando como chivos expiatorios a las pocas personas que se reúnen en la calle.

Eso, junto a las catastróficas consecuencias económicas de todo esto, sí que debería alarmarnos.

Confesión personal
Confieso que me he sentido muy cabreado con el mundo. He discutido con infinidad de personas sobre este asunto de llamada en llamada y, sobre todo, de chat en chat. Mal terreno pero, dadas las circunstancias, no tenía más remedio.

Quiero dedicarles a ellas también este artículo si es que alguna de ellas ha llegado hasta aquí (que lo dudo). Sus argumentos, aunque la inmensa mayoría contrarios, también me han ayudado mucho.

Lo cierto es que me he sentido un poco como en “La invasión de los ultracuerpos” (película más que recomendable para estos tiempos que corren, especialmente la de 1956). Incluso con alguna persona con la que llegaba a coincidir en cierto nivel de razonamiento, al día siguiente me llamaba diciendo que, visto lo visto, estaba buscando mascarillas, comprando mucho más de lo que necesitaba o que se encontraba preocupada porque un vecino tenía fiebre.

“Visto lo visto” me sumo a la locura que la cordura es muy solitaria, parecían decir. Al fin y al cabo, aquí también es muy importante la pertenencia, aunque la pertenencia signifique denunciar al vecino, insultar al que discrepa… aunque signifique el desastre y el pánico, da menos miedo que la soledad. De ahí que los bulos apocalípticos corran como la pólvora.

Yo veo pasar esa ola de locura y espero que cada vez más gente se baje de ella. Por supuesto, no descarto que el loco sea yo.

Naturaleza
Los pájaros se escuchan en las ciudades, el aire es más puro, el agua más cristalina, los delfines y los cisnes vuelven a Venecia. La naturaleza recupera su espacio. Quizás también debamos pensar en cómo se sienten los animales cuando les confinamos en jaulas. Quizás debamos aprender mucho de esto a nuestra vuelta. Quizás debamos ralentizar nuestro ritmo, conformarnos con menos para obtener más.

Esperanza
Lloro, junto a mi pareja, cada vez que salimos a aplaudir al personal sanitario.
 Y eso me da un chute de esperanza diario. Y me hace pensar que quizás despertemos de la pesadilla de la misma forma. Desde el sentido de que los otros no son amenaza sino la salvación.

Me llenan de fuerza las caceroladas de protesta, la población que despierta y reivindica. Espero que pronto el grito sea de libertad. Los medios nos han dejado solos ante la bestia que no es, precisamente, un virus. Pero con lo que no contaban es que en nuestra soledad, en nuestro encuentro con nosotros mismos, como la naturaleza, hemos resurgido desde mucho más adentro.

Y, por eso, desde este encierro tiro ahora este mensaje en una botella. Y desde que la lanzo me siento menos solo. Y tengo el sueño de que otros la reciban y, quizás al compartirla, nos demos cuenta de que en verdad no estamos en soledad. Quizás, de alguna manera, necesitamos estar más unidos y unidas que nunca para remontar todo esto. 

Porque también he coincidido con personas últimamente que se cuestionan toda esta locura y tengo mucha fe en que el resto se empiece a bajar de esa ola pronto para sentir de nuevo el tacto, la palabra, el amor que nos evite la ruina interior y exterior. Cuanto antes mejor, y así no perderemos tanto y, así, iremos de nuevo a por lo que es nuestro.

Fuentes:

Me gustaría apuntar que, aparte del desierto mediático de investigación en español, todos los virólogos, médicos, epidemiólogos… que he encontrado. son hombres. Cuando salgamos ahí fuera quizás deberíamos seguir luchando también por algo tan básico como la igualdad.

– ¡Lectura imprescindible! Acabo de leer este articulo del doctor Karmelo Bizkarra y me quedo muy sorprendido hasta qué punto coincidimos. Lo cierto es que él da otorga una visión mucho más completa desde el punto de vista médico:
Carta abierta ante la crisis del coronavirus

– Única referencia en los medios españoles a Wolfang Wodarg traduciendo un artículo del epidemiólogo
«La solución al problema del coronavirus es aislar en cuarentena a los alarmistas» 

– El Consejo de Europa reclama a la OMS “más transparencia” y un cambio en la definición de “pandemia”

– Woflgang Wodarg explica el origen de todo el problema (traducido al inglés)

– Pablo Goldsmith: «El pánico es injustificado»

– La FAPE hace un llamamiento a los medios para que informen con rigor sobre el coronavirus

– Audio de Pablo Goldsmith desmontando la alarma

– Vídeo de Manuel Elkin desmontando el mito del coronavirusManuel Elkin explica en vídeo varios conceptos sobre el contagio y el virus

– Informe sobre las investigaciones en torno al escándalo de la gripe A

Conclusión investigaciones gripe A: «Estrasburgo no se fía de la relación entre la OMS y las farmacéuticas»

– La sanidad privada ante el coronavirus: pruebas a 800 euros y derivando pacientes a la pública

– Los números de la gripe: Sistema de Vigilancia de la gripe en España

Mapa de contagio del Covid-19

Darren Schulte: ‘The novel coronavirus is a serious threat. We need to prepare, not overreact’

– Tres noticias sobre el colapso de los hospitales en 2018 y 2019: Epidemia de gripe : así sufre un médico de Urgencias el colapso del sistema / Urgencias saturadas en Barcelona con la gripe a punto de entrar en epidemia Los sindicatos denuncian el colapso de urgencias antes de la epidemia de gripe

Gripe estacional: La epidemia de la gripe no da tregua en España y crece un 77% su mortalidad

“Así queremos informar del coronavirus”. El directo de Lorenzo Milá moviliza a los periodistas

Gripe A: El Consejo de Europa investigará a la OMS

– La opinión de Carles Francino: Aristóteles y el coronavirus | La Ventana | La opinión de Carles Francino | Cadena SER

Gripe estacional: La mortalidad por el virus de la gripe en 2018 ronda el 10% entre los pacientes ingresados

– Entrevista Luis Enjuanes, Investigador del CSIC – esRadio

– Coronavirus de Wuham y gestión sensata de la incertidumbre, por Andreu Segura

– La OMS eleva a ‘muy alto’ el riesgo de expansión global del coronavirus


[ITA]

L’isteria interminabile

Javier Aymat, diariodetierra

Tradotto da Resiste! (https://resiste.squat.net)

  • nota di traduzione: userò il generico “x”, nonostante nel testo originale venga usato il generico maschile.
  • nota dell’autore: tutti i dati e i riferimenti sono riscontrabili nelle fonti in basso.

Wolfgang Wodarg, rinomato epidemiologo ed ex presidente della Commissione di Salute del Consiglio Europeo, Manuel Elkin, creatore del vaccino contro la malaria e Pablo Goldsmith, prestigioso virologo, e molti altri scienziati, mettono in discussione la ondata di panico creata intorno al coronavirus e le misure sproporzionate e controproducenti che si stanno prendendo in paesi come la Spagna. Mentre i media continuano a ignorare completamente queste voci, troppo preoccupati nel conteggio di persone malate e decedute a causa di un virus che sembra essere il nemico perfetto.

A questo punto suppongo che già più di una persona si sia postx la domanda: come abbiamo potuto sopravvivere l’anno scorso a 526.300 malatx di influenza rispetto a 25.000 di coronavirus e a 6.300 mortx (di influenza) rispetto a 1.350 mortx (di coronavirus) senza paralizzare lo Stato? E come abbiamo superato nel 2018 800.000 casi di influenza e 15.000 mortx? (ndt: dati relativi alla Spagna)

La media viene 17 mortx al giorno l’anno scorso (41 mortx al giorno nel 2018). Nonostante dividere e confrontare i due virus non è realmente corretto, giacché, come ha espresso l’epidemiologo Wolfgang Wodarg, il coronavirus ha sempre formato parte dell’influenza.

Quello che sta succedendo è che questa volta si è isolata una variante del coronavirus concreta per poi fare un conteggio dei suoi effetti, delle persone malate e di quelle morte.

Dunque la domanda sarebbe: come possiamo parlare di un virus più mortale e contagioso dell’influenza se l’anno scorso c’erano più casi e più morti dovute all’influenza stagionale?

Però, chiaro, siccome l’anno scorso non ci fu questo conteggio né ci fu nessun monitoraggio di un coronavirus nello specifico, neanche si tenne in conto se molta gente ne fu affetta in forma asintomatica e dopo lo trasmise.

Questo nuovo virus sembra avere una tendenza a provocare polmonite e a essere più contagioso. Tuttavia, nel gennaio del 2018 aumentò la mortalità dell’influenza di un 77% registrando, dal 15 al 21 gennaio, 121 decedutx in una sola settimana. Fu un collasso mondiale? O semplicemente si parlò nel 2018 di un’influenza con maggiore virulenza?

Il problema che ha l’Organizzazione Mondiale della Salute (OMS) con Wodarg è che è considerato un esperto mondiale in materia e, in più, ha fatto parte del Bundestag. Di fatto, l’epidemiologo ha già sollecitato una commissione di investigazione nel parlamento, giacché, secondo lui, sta succedendo lo stesso che con l’influenza A. Un caso che lui stesso denunciò nel 2009 e che terminò con un’investigazione nel Consiglio Europeo.

Il parlamentare socialista britannico Paul Flynn, autore del rapporto sulla denuncia che Wodarg fece nel 2009 sull’influenza A, concluse che “la dichiarazione di pandemia è stata irrazionale e ha fatto guadagnare migliaia di milioni di euro all’industria farmaceutica”.

Sulla stessa linea si esprime l’argentino stabilito a Parigi Pablo Goldsmith virologo, biochimico, farmaceutico, psicologo e un’infinità di specializzazioni in più, a parte il volontariato nella OMS in un gran numero di missioni umanitarie.

“Il nostro pianeta è vittima di un nuovo fenomeno sociologico, la persecuzione scientifico-mediatica” ha denunciato con veemenza il virologo. Goldsmith denuncia anche che il panico che si sta generando intorno al ceppo di coronavirus identificato in Cina (COVID-19) è tanto ingiustificato quanto quello che si creò nel 2003 con la sindrome respiratoria acuta grave (SARS) o nel 2009 con il virus dell’influenza A.

Manuel Elkin, immunologo creatore del vaccino della malaria, mostra che “stiamo entrando in un gioco mediatico senza senso”. Avverte anche che bisogna tenere gli occhi ben aperti però senza entrare in panico nemmeno in misure estreme e controproducenti.

Elkin ha dichiarato che è logico isolare esclusivamente i casi di contagio e fare uno studio della gente vicina all’infettatx. Con questo è sufficiente, dichiara, e considera un errore enorme l’isolamento di persone e città. “Moltx scienziatx come me nel mondo non lo vedono logico. Ci sono molte voci di protesta che esprimono che bisogna fare attenzione con il virus, non lo si può ignorare, però non al punto di installare un sistema di isteria collettiva come quello che è in atto”.

Anche Vageesh Jain, professore di Salute Pubblica nell’University College di Londra, riflette molto seriamente sulla convenienza di “uno scenario di apocalisse zombie che non aiuta nella coordinazione operativa di attività complesse di salute pubblica”.

E aggiunge anche che un blocco di queste caratteristiche “non solo è superfluo, se non che introduce anche nuovi problemi. La prima settimana di quarantena ha portato a ospedali strapieni, scarsità di alimenti ed economie stagnanti”.

Queste voci, insieme ad altre provenienti dal mondo della scienza e della medicina, continuano a mettere in dubbio la validità del panico che provocano queste misure estreme contro la libertà della cittadinanza.

A me personalmente, non smette di sorprendermi in che modo ci siamo lasciatx togliere le libertà basiche di colpo. Questi diritti costituzionali che tanto ci sono costati e con i quali moltx dex nostrx politicx si sono riempitx fino ad adesso falsamente la bocca.

Ragioni per il panico?
Per prima cosa mi piacerebbe iniziare spiegando come siamo arrivatx a questa situazione nella quale, precisamente, i media sono stati decisivi. Nessun telegiornale ha parlato dei dati che mostro all’inizio. Solo fanno il conteggio dei casi di contagio e morte per coronavirus, non sia mai che la gente si stacchi dagli schermi.

Che sarebbe successo se l’anno scorso i media avessero fatto un conteggio dex 6.300 mortx di influenza? E dex 15.000 dell’anno precedente?

Nella prima settimana di Febbraio dell’anno scorso contavamo 150.000 casi di influenza stagionale, rispetto ai 20.000 di coronavirus. Bisogna ricordare che, nonostante non fu una notizia di allarme, l’influenza di due anni fa fu così virulenta in queste date che la mortalità era intorno al 10% dex ricoveratx.

Per tanto, questa litania riportata da media di tutti i tipi che “il coronavirus sta facendo collassare gli ospedali” è molto discutibile.

E’ evidente quanto è difficile che ci siano mezzi sanitari per rispondere a un virus di questa portata. Però molti esperti come nel caso di Andreu Segura, ex presidente della Società Spagnola di Salute Pubblica e Amministrazione Sanitaria, dice che “le conseguenze negative di questo procedere non si limitano a quelle derivate dalle ingerenze e interferenze nel lavoro, nell’economia e nella vita quotidiana delle persone, se non che interferiscono il funzionamento abituale dei servizi pubblici, inclusi quelli sanitari, che si sottomettono a uno stress non necessario, come successe durante la scorsa pandemia influenzale”.

Vuol dire che non solo non ci sono mezzi per rispondere al virus, se non che non ci sono mezzi, soprattutto, per rispondere al panico creato intorno ad esso.

Verso l’abisso per evitare l’abisso
La situazione nella quale ci troviamo mi ricorda a quella persona, principale responsabile della famiglia, che era molto austera e che decise che la sua famiglia avrebbe vissuto nella povertà per evitare la povertà. In questo caso viviamo nell’allarme e nel collasso per evitare la malattia. Evitare la malattia per convertirci tuttx in malatx. Come se la paura non fosse la vera piaga.

Mettiamo adesso il caso che qualcunx che vive a Madrid ti dice che ha la febbre. Cosa pensi? Effettivamente, coronavirus.

Abbiamo tuttx il coronavirus?
Qui si apre una situazione contraddittoria, nonostante, nel fondo, può non esserlo tanto. Attualmente, nella Comunità di Madrid ci sono 6.500.000 abitanti e circa 9.000 hanno il coronavirus… Risulta che, secondo le mappe dei conteggi, solo lo 0.13% dex abitantx di Madrid sono statx diagnosticatx con coronavirus.

Nonostante siamo convintx che ne incontreremo qualcunx o, incluso, che siamo unx di loro, la probabilità è bassa. A livello nazionale il rischio di coronavirus è di 0,05%.

Evidentemente il fattore di rischio varia se vivi a Madrid e ti dedichi a mescolarti con migliaia di persone e non prendi nessuna precauzione. Però con misure di igiene basiche e un comportamento responsabile, le possibilità continuano ad essere scarse.

Inoltre è certo che ci saranno persone che hanno contratto il coronavirus e non se ne siano rese conto o semplicemente hanno resistito nelle proprie case. In ogni caso, questo si convertirebbe in una buona notizia giacchè significa che il tasso di mortalità è ancora minore rispetto a quello che gli attribuiscono.

Nonostante ciò, nelle mappe dei giornali mettono colori nella progressione della malattia. Però non compare che il massimo al quale si arriva con questo colore scuro (tonalità morte) non va molto più in là dello 0.2%.

E la paranoia continua a crescere. Considero inoltre un errore pensare che la gente si responsabilizzi attraverso la paura. Piuttosto, il panico in sé provoca problemi peggiori in altri aspetti. Dopo tutto, scatenando un allarme di questo calibro non si può sperare che la gente agisca in modo diverso al pronto soccorso che al supermercato.

Con i media succede lo stesso; quando la gente parla del “se gli passo il coronavirus a mia nonna o mio nonno” da per scontato qualcosa che è molto improbabile però che i media le hanno fatto vedere come molto possibile (senza che questo significhi non prendere misure nei confronti dex anzianx).

D’altra parte, ciò che prima era qualcosa di routinario o per niente degno di nota, cioè che qualcunx abbia influenza o la febbre, adesso si converte in qualcosa che immediatamente si racconta in rete e su Whatsapp con l’indiscutibile nome di coronavirus.

Mentre scrivo queste righe, la notizia nel telegiornale è che muoiono “tre persone giovani di meno di 65 anni”. Già la considerazione di giovane è sospettosa. Mettiamo che sia così…

Ha fatto notizia durante lo scorso anno o quello prima che tra le 6.300 e le 15.000 morti per influenza, c’erano varie “persone giovani” al di sotto dei 65 anni?

Motivi per la calma
Andando al lato opposto, la cosa più curiosa di tutte è che probabilmente moltx abbiamo già avuto il coronavirus gli anni passati (non sappiamo quale nello specifico perché non si isolò per contare i casi come s’è fatto quest’anno). E la stragrande maggioranza siamo sopravvissutx senza cadere nel caos di fermare il mondo.

L’ epidemiologo Manuel Elkin resta molto stupito quando alcunx polticx dicono che dal 70% all’80% della popolazione si vedrà colpita; “non so chi consulti [Boris Johnson] quando dice ciò però mi stupisce perché Londra ha eccellenti espertx in malattie infettive”.

E chiarisce che essere contagiatx dipende da tre fattori; “la causa esterna, il virus in questo caso, l’ambiente e, soprattutto, il componente genetico di ogni persona”. Che coincidano i tre fattori in una percentuale così alto, secondo Elkin, è impossibile.

Viene proprio da questo che le catene di contagio che si stanno moltiplicando ovunque non siano per niente esatte.

Questo, che ogni volta più virologx e specialistx denunciano, sarebbe un motivo di tranquillità. Però la calma non vende mascherine, né riempie supermercati, né provoca una spesa smisurata in vaccini. Come primo indizio di ciò, in un ospedale privato a Madrid, il Ruber International, sono arrivatx a far pagare 810€ per una prova per rilevare il coronavirus.

Accennando a ciò che è più essenziale, a Ginevra adesso il prezzo delle mascherine è di 400€ per un pack di 20 unità (indivisibili, ovviamente). La produzione di mascherine è cresciuta di un 8.000%. Cosicchè, moltiplichiamo a partire da questo dato.

Che sia chiaro che non metto in dubbio il lavoro del personale sanitario al contrario, stanno essendo vittime dell’isteria collettiva e del virus stesso), metto in dubbio la negligenza di creare uno stato di allarme che non è proporzionale al rischio.

È abbastanza indicativo che quando Adhanom Ghebreyesus, direttore generale della OMS, annunciò lo stato di allarme, ha anche dichiarato: “Il nostro maggior nemico in questo momento non è il virus in sé, ma la paura, le dicerie e la stigmatizzazione”. Tuttavia, nonostante il panico crescente, alcuni giorni dopo lo dichiararono pandemia globale. Con che criterio?

Il file che sicuramente non hai ricevuto
A questo punto avrai ricevuto varie volte sia il video della bambina che lecca la ringhiera, sia i mille meme della carta igienica, cosiccome tanti altri in stile (benedetto humor!).

Malauguratamente avrai ricevuto bufale senza sosta, audio di una qualità straordinaria altrettanto falsi e lunghi, ecc. La disinformazione basata nell’eccesso di informazione. Se gli togli il filtro dello spirito critico arriviamo dove stiamo.

É meno probabile che tu abbia visto un video nel quale Iñaki Gabilondo dava una notizia rivelatrice sulla passata influenza A nella quale denunciava che, l’allora presidente della Salute della Commissione Europea, Wolfgang Wodarg, accusava la lobby dei laboratori farmaceutici di organizzare la psicosi dell’influenza A.

Inoltre, attribuiva all’OMS la responsabilità di questa ondata di isteria. Wolfgang Wodarg, medico ed epidemiologo, denunciò che non esistevano ragioni per giustificare tale allarme. Denunciò anche che, a partire da metà del 2009, erano diminuiti in maniera incomprensibile i criteri per dichiarare pandemia.

In questo modo, continua Gabilondo, i governi abilmente manovrati dai laboratori fecero quello che si suppone che dovessero fare; comprare milioni di vaccini. Oggi sappiamo che l’influenza A ha prodotto un decimo delle morti di un’influenza stagionale (sottolineo qui che il coronavirus non è ancora neanche arrivato alle cifre dell’influenza A).

Il Consiglio Europeo, conclude il giornalista, aprirà un’investigazione sull’affare più ripugnante. L’affare della paura.

Come dicevo prima, il Consiglio Europeo investigò il caso, e denunciò la poca trasparenza della OMS e la sua schiavitù alle lobby farmaceutiche.

Come essere umano e come giornalista, a parte sentire una profonda vergogna per quello che sta succedendo nei media, considero allucinante che nessuno di loro, eccetto il giornale El salto, si sia preoccupato di sapere l’opinione sul coronavirus della persona che rivelò un simile scandalo in un caso così simile a quello che ci sta accadendo.

Dati rivelatori
Nell’articolo del menzionato giornale, pubblicato all’inizio di questo mese, Wolfgang Wodarg insiste che le misure di panico che stanno prendendo i distinti governi non hanno senso.

“In vista del fatto ben noto che in ogni ondata di influenza tra il 7% e il 15% delle malattie respiratorie acute (ndt: ERA in spagnolo) sono causate da coronavirus, il numero dei casi che adesso si aggiungono continuamente, continuano a stare completamente dentro il grado normale”.

Wodarg denuncia anche il fatto che quando si dice che si trasforma in “qualcosa in più” deve essere a base della comparazione con altri dati, non per criteri aleatori o interessati.

Da dove inizia l’errore?
Come ha dimostrato Wodarg nel suo web e in vari video e interviste, dal 2005 al 2013 verificarono nel suo studio a Glasgow quali virus appaiono nelle malattie respiratorie. In questo studio si mostra chiaramente che le parti verdi che sono il coronavirus hanno sempre fatto parte del mix. Qui sotto lo possiamo vedere nelle zone verdi.

Conta anche che l’allarme cominciò nel momento in cui a Wuhan i laboratori esaminarono una nuova variante di coronavirus e che questi dati sono stati messi a conoscenza di tutta la comunità scientifica.

Questa nuova variante del coronavirus fu trasmessa alla OMS e fu accettata rapidamente. Lo specialista tedesco denuncia che non ci furono test previ. Successivamente si condivise con il resto dex scenziatx di tutto il mondo senza aver fatto comparazioni pertinenti (per questo non si sa neanche se è realmente nuovo).

“Un laboratorio della clinica berlinese Charitè vinse l’appalto nella OMS e se le permise commercializzare le sue prove interne in tutto il mondo a varie volte il prezzo abituale” aggiunge Wodarg.

Domande importanti
L’epidemiologo si domanda allora:

“Com’è possibile che sappiamo che questo virus è pericoloso? Non è qualcosa che abbiamo già avuto l’anno scorso? Com’è possibile che non si sia paragonato con gli anni passati?”

Tralasciando questa logica, il test non si fece tanto meno su un spettro di popolazione in generale e lui stesso dubita della sua efficacia. Si scelse un campione di meno di 50 persone malate a Wuhan per cui il tasso di persone affette da coronavirus risultò essere molto alto e, in persone già gravemente malate, aumentava ancora di più la mortalità.

A partire da lí, secondo Wodarg, i governi consultarono i loro esperti che, a loro volta, consultarono gli esperti che dettero inizio all’allarme. “I governanti sono stati sedotti da scienziati che vogliono far parte di tutto ció, che vogliono soldi per le loro istituzioni, e altri che propongono applicazioni, studi, programmi” e, aggiunge con ironia, “molta voglia di aiutare e guadagnare importanza”.

Goldsmith è della stessa opinione: “Si replicarono comunicati emessi dalla Cina e da Ginevra, senza confrontarli da un punto di vista critico e, soprattutto, senza evidenziare che i coronavirus hanno sempre infettato gli umani e hanno sempre provocato diarree e quello che la gente chiama raffreddore banale o raffreddore comune”.

Anche il dottore in Medicina Darren Schulte, CEO della compagnia di analisi Apixio, ha manifestato che “la reazione dei media e di molti governi produrrà più danno alle società di tutto il mondo che il virus stesso. Un danno che in più si estenderà per molti anni”.

Tom Jefferson, del centro di investigazioni indipendenti Cochrane Nordic, dice di non trovare nulla di nuovo nel fatto che si scopra una nuova variante del coronavirus.

Al dottor Schulte la situazione gli ricorda la crisi del coronavirus del 2003. In quel momento la Cina prese simili misure di isolamento. La Banca Mondiale calcolò che le misure contro la SARS comportarono delle perdite di 33.000.000.000 dollari.

In questo senso, Schilte è sicuro che la recessione economica, la perdita di posti di lavoro, l’indebitamento di famiglie ed imprese… e già, direttamente, i futuri tagli alla sanità “incrementeranno il numero di malattie evitabili e di morti per un periodo di tempo molto più lungo”.

Ricorda anche che nel mondo muoiono tra 300.000 e 650.000 persone per influenza mentre la gente si muove liberamente nei trasporti, va nei pub, si celebrano eventi massivi … É certo, ricorda, che il Covid-19 non ha vaccino, però dobbiamo trovare un “equilibrio tra la salute pubblica e la sicurezza e le conseguenze di interrompere la vita quotidiana”.

Per questo, avverte, sarebbe molto più adeguato ed efficace, isolare temporaneamente le persone infette o che hanno un alto margine di rischio, mettere la mascherina in questi casi, mentre il resto prende misure igieniche basiche.

In questo senso anche John P.A. Ioannidis, professore di medicina, epidemiologia e biomedicina espone che si stanno prendendo decisioni molto esagerate senza un confronto affidabile di dati.

Di fatto, tuttx sembrano concordare che i governi non si stanno circondando di scienziati che vedano realmente il problema con prospettiva, con dati affidabilli e comparati, con criteri disinteressati, né con una coordinazione con il resto di espertx del mondo.

Virus mediatizzato e viralizzato
Da quando a Wuhan, con i suoi 11 milioni di abitanti, con costanti polmoniti e tutti i tipi di influenze e malattie, scoppiò l’ allarme, iniziò una campagna molto sensazionalista. Si monitorò la temperatura dei suoi abitanti e già allora, immediatamente, collegavamo qualsiasi temperatura elevata con coronavirus e, a sua volta, relazionavamo il coronavirus con una mortalità che, alla fine, sarà maggiore che le misure
prese contro di lui.

In tutto ciò, i telegiornali si riempiono di dati senza confrontarli con altre epidemie, di ansia per inghiottire la popolazione negli schermi senza dargli tempo di pensare né reagire, sottomettendola a uno stress e una psicosi irresponsabile, in cerca di audience e di competere a chi allarma di più.

Quello che tanto meno uscirà nei telegiornali è che la stessa Federazione delle Associazioni dei Giornalisti di Spagna (FAPE) ha emesso un comunicato tramite il quale fa “una chiamata a tutti i media di comunicazione affinché informino con rigore e dati reali, verificati e confrontati su questo problema, senza ricorrere ad atteggiamenti allarmisti o sensazionalisti che solo possono creare situazioni di paura generalizzata”.

Inoltre in questa corsa per ottenere audience si sono ignorati i diritti di immagine e intimità. Per questo la FAPE aggiunge anche nell’esteso comunicato: “[…] rispettiamo il diritto della persona alla sua stessa intimità e immagine, soprattutto nel trattamento informativo dei casi nei quali mediano elementi di dolore o afflizione nelle persone affette”.

Lo stesso Manuel Elkin denuncia che la denominazione stessa di pandemia ha fatto molto danno. “Negli ultimi dieci anni ci sono state intorno alle dieci presunte pandemie”. Adesso chiede con veemenza “misura nella gestione dell’informazione soprattutto da parte dei governi e dei media”.

“Normalmente, i media hanno ogni volta una minore consulenza scientifica” e aggiunge anche “Non sono sufficientemente analitici e convertono qualsiasi notizia in una ragione per il panico universale”.

Secondo lui, inoltre, deve essere considerato qualcosa di molto importante cioè che “può darsi la situazione che una pandemia si possa espandere nel mondo intero, essere considerata una pandemia e non avere i numeri sufficienti per costituire un allarme come succede con il coronavirus”.

Risulta curioso anche che nell’udienza del Consiglio Europeo del 2009, il direttore del centro collaboratore in epidemiologia della OMS a Monaco, Ulrich Keil, ironizza sui nuovi criteri per dichiarare una pandemia, commentando: “Con i nuovi criteri di pandemia, si potrebbe dichiarare una pandemia di starnuti? Sì, si potrebbe.”

Eccezioni al sensazionalismo
Per contrasto, Lorenza Mil a TVE faceva una chiamata alla calma dall’Italia chiedendo informazione attendibile, e altri giornalisti come Francino (SER), citava Aristotele per applicare quel saggio pensiero secondo cui “la virtù è sempre nelle mezze misure”.

Anche in questo senso, esRadio in un’intervista all’investigatore del CSIC Luis Enjuanes, il virologo che investiga questo tipo di virus da più di 30 anni, quando gli chiesero se era preoccupato per il virus (ai suoi più di 70 anni), rispose: “Non sono assolutamente preoccupato”.

Come espresse in quell’intervista, la maggior parte della gente non considera la minaccia in maniera globale. E come dato riporta che nel 2017 negli Stati Uniti si ammalarono di influenza stagionale 32 milioni di persone.

Dichiarò anche che le morti per coronavirus sono molte meno quest’anno e che “l’allarme non deve assolutamente esistere perché sennò tutti gli anni dovremmo svuotare i supermercati”.

“Ciò non toglie”, aggiunse, “che si debba seguire scrupolosamente le indicazioni sanitarie”.

I più danneggiati
Molte persone stanno usando l’argomentazione che questo isolamento forzato è per proteggere i più vulnerabili. Tutto questo mentre le risorse non possono arrivare a tutte le persone anziane che sono isolate, mentre le donne maltrattate stanno rinchiuse con i loro maltrattatori, mentre molte persone con malattie degenerative vedono i loro trattamenti ridotti, mentre persone malate di Alzheimer non possono vedere i loro familiari, mentre le donne che lavorano prostituendosi restano in casa dei loro sfruttatori…

Chi può misurare i danni psicologici, emotivi e fisici di mantenere una popolazione isolata e lontano dai suoi esseri amati? Come ha inciso ciò sul nostro sistema immunitario? Quante delle persone malate non lo sono di più per il livello di stress al quale siamo statx sottomessx? Quale sarà la sindrome post-traumatica di tutto questo?

D’altra parte, tenendo in conto che in Spagna la prima causa di morte non naturale è il suicidio; dove stanno attualmente le cifre di suicidio? Che conseguenze ha avuto l’isolamento e la mancanza di contatto nelle persone con tendenza alla depressione o malattie mentali? Quante donne sono morte per violenza di genere in questi giorni?

Che succederebbe se durante questo collasso economico sull’orlo dell’abisso, ci sorprendesse qualche tipo di catastrofe naturale come gli incendi o inondazioni di qualche mese fa? Quante vittime potrebbero esserci dinanzi a un sistema paralizzato e a un panico generalizzato al contatto con l’altrx? Avremo nel prossimo inverno o in quello successivo un’altra versione del coronavirus?

Nessun media né pubblicazione si è degnato di metterlo in discussione: importano solo i numeri del coronavirus.

Se continuiamo con questa strategia l’enorme crisi colpirà precisamente le persone più vulnerabili iniziando dalle persone più povere, disoccupatx, autonomx, pensionatx… facendo sì che la curva della disuguaglianza aumenti fino a livelli impossibili da sostenere.

Responsabilità?
Mi sembra curioso con che facilità la gente chiama alla responsabilità dinanzi alla situazione. Però mi dispiace, non credo nel chiamare alla responsabilità dopo che abbiano avuto l’irresponsabilità di aver creato questo caos. Considero che la responsabilità è anche mettere in dubbio misure negligenti come allarmare tutta una popolazione di fronte un male molto minore di quello che ci fanno credere.

Io non dico che la situazione non sia terribile, specialmente per le persone che ne soffrono e lx sux vicinx. Quello che dico è che l’influenza, come molte altre malattie che ci circondano, ci traggono mille tragedie tutti gli anni. Tutto dipende da se le si da attenzione costante o, al contrario, le si dedica un tempo proporzionale nei media.

Cosa si prospetta?
In Europa ci sono 800.000 mortx l’anno per inquinamento ambientale. Non sarà che stiamo perdendo di vista di quello che è realmente importante? Non stavamo ben poco tempo fa protestando nelle strade per invertire questo massacro del pianeta (e, per tanto, dex sux abitantx)?

Stiamo guardando con prospettiva al problema o ce lo impedisce non vedere più la del nostro naso?

Manuel Elkin dichiara quasi come un mantra nelle sue interviste che se vogliamo vedere le cifre con prospettiva dovremmo forse focalizzare ne “la sproporzione che suppone che la malaria affligge tra le 230 e le 250 milioni di persone l’anno e di questx, muoiono dalle 1.250 alle 1.500 al giorno”. Così che i morti per coronavirus in quattro mesi risultano essere quelli di una settimana di malaria.

Stipatx
Nascostx nelle nostre case, arresx dalla paura e dallo stimolo costante dei media, abbiamo reso il virus molto più grande di ciò che è, e mentre nelle nostre idee in cui nulla è troppo, i poteri hanno visto che grande è Castiglia all’ora di distruggere i nostri diritti più basilari.

Mi sembra molto curioso come, fino a ben poco tempo fa, protestavamo contro la negligenza politica, la corruzione, l’abuso delle banche, dinanzi a sigle che ci governano ogni volta di più come FMI, BCE, OPEP… Però che non sono in nessun modo democratiche né elette da nessun popolo. Adesso è toccato alla OMS che, dopo tutto, non sempre si è comportata in maniera esemplare in casi simili.

Adesso risulta che il nemico del popolo è un virus. E tutta la massa a lottare contro di lui. Mi dispiace, però non ci credo. Come dice il dottor Karmelo Bizkarra si stanno dando qualità umane al virus come se fosse un invasore, attribuendo al virus il peggio degli umani quando “è l’essere umano che agisce sul virus e non al contrario”.

Mi fa quantomeno rabbrividire pensare che sono stati i media quelli che più hanno spinto verso una situazione di isolamento. Resta a casa per continuare a stare incollatx ai nostri schermi alimentandoti di paura e allarme che giustifichi un futuro stato di prigionia.

Perché, indipendentemente da quello che succede con il virus, la cosa più probabile è che arriviamo allo stato di eccezione (come in Italia). Così che tuttx consumando terrore e piattaforme televisive mentre l’esercito occupa le strade. Chiamatemi pazzo però a me non suona per niente bene. Non sono contro l’esercito né considero che questo sia una cospirazione per tornare alla dittatura.

Solo considero che non posso accettare allegramente che mi tolgano la libertà di decidere sul mio destino, né mi arrendo facilmente quando ci indirizzano a uno stato nel quale si possano arrestare persone se si crede che alterino l’ordine pubblico, sequestrare pubblicazioni, eseguire perquisizioni domiciliari e proibire scioperi, e altre circostanze che lo stato di eccezione suppone (per quanto possa essere un’eccezione).

Chiamatemi pazzo se mi fa digrignare i denti anche che ieri stavamo in strada gridando ai balconi “Non ci guardare, unisciti!” e adesso stiamo dai balconi filmano, insultando e viralizzando come agnelli sacrificali le poche persone che si riuniscono in strada.

Questo, insieme alle catastrofiche conseguenze economiche di tutto ciò, sì che dovrebbe allarmarci.

Confessione personale
Confesso che mi sono sentito molto arrabbiato con il mondo. Ho discusso con un’infinità di persone su questo tema di chiamata in chiamata e, soprattutto di chat in chat. Terreno sfavorevole però, date le circostanze, non avevo più soluzioni.

Voglio dedicare a voi questo articolo, se qualcunx di voi è arrivatx fino a qui (che lo dubito). Anche le vostre argomentazioni, nonostante per la grande maggioranza contrarie, mi hanno molto aiutato.

Di certo mi sono sentito un poco come ne “La invasione degli ultracorpi” (film più che consigliato per i tempi che corrono, specialmente quello del 1956). Addirittura qualche persona con la quale arrivavo a concordare in un certo grado di ragionamento, il giorno dopo mi chiamava dicendo che, date le circostanze, stava cercando mascherine, comprando molto di più di quello di cui aveva bisogno o che era preoccupatx perché unx vicinx aveva la febbre.

“Date le circostanze” mi unisco alla follia che il buon senso è molto solitario, sembrava dicessero. In fin dei conti, anche qui è molto importante l’appartenenza, anche se l’apparteneza significa denunciare lx vicinx, insultare chi dissente… anche se significa il disastro e il panico, fa meno paura della solitudine. Per questo che le bufale apocalittiche son così diffuse.

Io vedo passare questa ondata di follia e spero che ogni volta più gente si discosti da essa. Certamente, non scarto che il folle sia io.

Natura
Gli uccelli si sentono nelle città, l’aria è più pura, l’acqua più cristallina, i delfini e i cigni tornano a Venezia. La natura recupera il suo spazio. Forse dovremmo anche pensare a come si sentono gli animali quando li confiniamo nelle gabbie. Forse a nostra volta dovremmo imparare molto da ciò. Forse dovremmo rallentare il nostro ritmo, accontentarci di meno per ottenere di più.

Speranza
Piango, insieme alx mix compagnx, ogni volta che usciamo ad applaudire il personale sanitario. E questo mi da una dose di speranza quotidiana. E mi fa pensare che chissà ci sveglieremo dall’incubo nello stesso modo. Dal senso in cui lx altrx non sono minaccia ma la salvezza.

Mi riempiono di forza le caseroladas di protesta, la popolazione che si sveglia e rivendica. Spero che presto il grido sia di libertà. I media ci hanno lasciatx solx di fronte alla bestia che non è, precisamente, un virus. Però quello che non pensavo fosse successo è che nella nostra solitudine, nel nostro incontro con noi stessx, come la natura, siamo risortx molto più profondamente.

E dunque, da questo isolamento lancio questo messaggio in bottiglia. E da quando la lancio mi sento meno solo. E ho il sogno che altrx la ricevano e, chissà al condividerla, ci rendessimo conto che in verità non siamo solx. Chissà, in qualche modo, abbiamo bisogno di stare più unitx che mai per risalire tutto questo.

Anche perché ho concordato con persone ultimamente che mettono in discussione tutta questa follia e ho molta fede che il resto inizi a scendere presto da tutto ció per sentire di nuovo il tatto, la parola, l’amore che ci eviti la rovina interiore ed esteriore. Meglio quanto prima, così non perderemo così tanto, e così andremo di nuovo verso ciò che è nostro.

Fonti:
Vorrei sottolineare che, a parte il deserto mediatico di investigazione in spagnolo, tutti i virologi, medici, epidemiologi che ho incontrato, sono uomini.. Quando usciremo lì fuori chissà dovremmo continuare a lottare per qualcosa così basico come l’eguaglianza.

  • Lettura imprescindibile! Ho appena finito di leggere questo articolo del dottor Karmelo Bizkarra e resto molto sorpreso fino a che punto siamo d’accordo. E’ certo che lui conferisce una visione molto più completa dal punto di vista medico:
    Carta abierta ante la crisis del coronavirus
  • Unico riferimento nei media spagnoli a Wolfgang Wodarg traducendo un
    articolo dell’epidemiologo


«La solución al problema del coronavirus es aislar en cuarentena a los alarmistas» 

– El Consejo de Europa reclama a la OMS “más transparencia” y un cambio en la definición de “pandemia”

– Woflgang Wodarg explica el origen de todo el problema (traducido al inglés)

– Pablo Goldsmith: «El pánico es injustificado»

– La FAPE hace un llamamiento a los medios para que informen con rigor sobre el coronavirus

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– Informe sobre las investigaciones en torno al escándalo de la gripe A

Conclusión investigaciones gripe A: «Estrasburgo no se fía de la relación entre la OMS y las farmacéuticas»

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– Los números de la gripe: Sistema de Vigilancia de la gripe en España

Mapa de contagio del Covid-19

Darren Schulte: ‘The novel coronavirus is a serious threat. We need to prepare, not overreact’

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Gripe estacional: La epidemia de la gripe no da tregua en España y crece un 77% su mortalidad

“Así queremos informar del coronavirus”. El directo de Lorenzo Milá moviliza a los periodistas

Gripe A: El Consejo de Europa investigará a la OMS

– La opinión de Carles Francino: Aristóteles y el coronavirus | La Ventana | La opinión de Carles Francino | Cadena SER

Gripe estacional: La mortalidad por el virus de la gripe en 2018 ronda el 10% entre los pacientes ingresados

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